Los orígenes de lo que hoy es Asahi Group se remontan al Japón de finales del siglo XIX, pero buena parte de su futuro pasa por occidente y más concretamente por Europa. Y tiene bastante lógica. El grupo cervecero no es ajeno a la grave crisis demográfica que atraviesa su país, lo que se traduce en un mercado local mermado y la necesidad de mirar más allá de los bares e izayaka niponas. Ahora, tras años de apuesta y expansión, la cervecera factura miles de millones de dólares en el viejo continente, su mayor mercado tras Japón, con más del 25% de sus ventas.
A su modo, la crisis de natalidad nipona la ha llevado a Asahi a convertirse en una figura destacada en el sector cervecero europeo, en el que no es fácil abrirse hueco.
Un avance silencioso. La noticia la dio hace unos días Fortune tirando de los balances de la propia compañía japonesa: de forma silenciosa y sin generar ruido, Asahi se ha convertido en uno de los grandes nombres de la industria cervecera de Europa. Y eso tiene mérito. Primero porque los orígenes de lo que hoy es el holding Asahi Group están bastante lejos, en Japón. Segundo, porque aunque ya había cosechado éxito en su país no es fácil abrirse hueco en el mercado europeo.
¿Qué dicen las cifras? Las cuentas de Asahi Group muestran que en 2024 registró unos ingresos totales en Europa de 5.400 millones de dólares, casi el 27% del total. Esas cifras sitúan al continente como su segundo mercado en facturación, solo por detrás del nipón y a distancia de Oceanía o el Sudeste Asiático.
El volumen de ingresos en Europa creció además un 13% mientras en Japón apenas varió. Las previsiones para 2025 muestra que, si bien puede registrarse un descenso, el peso del mercado europeo seguirá siendo clave en su contabilidad.
Ampliando las fronteras. Esas cifras no son fruto de la casualidad. Y no se explica solo por la expansión de su cerveza premium Asahi Super Dry, cada vez más presente en los pubs de Europa. A lo largo de los últimos años el holding ha ido ampliándose con nuevas adquisiciones hasta consolidarse en el continente.
La compañía nipona incorpora otras marcas reconocidas por los clientes de Europa: Peroni Nastro Azzuro, Kozel, Pilsner Urqell y Grolsch. En su catálogo incluye también Great Northern, Victoria Bitter, Carltron Draught, Tyskie, Ursus, Radegast, Fuller´s London Pride y Asahi Nama, además de cervezas sin alcohol, refrescos y otras bebidas, como el whisky Nikka, fundado hace 90 años.
Tirando de talonario. Llega con una búsqueda rápida en la hemeroteca para seguir la pista de esa expansión comercial. En 2016 alcanzó un primer acuerdo con la cervecera de origen belga Ab InBev para hacerse con tres de sus marcas más conocidas, Peroni, Grolsch y Meantine, por 2.550 millones de euros.
Tiempo después, en 2019, Fuller, Smith & Turner aceptaba otra oferta millonaria, de casi 300 millones de euros, que permitió al grupo nipón hacerse entre otras con su marca insignia, London Pride. A esas operaciones se suman otras centradas en Australia, Nueva Zelanda o China. En marzo y a pesar de la guerra arancelaria, The Wall Street Journal reveló que el grupo quiere consolidar su presencia en EEUU con Asahi Super Dry. Con ese propósito adquirió una planta en Wisconsin.
Son negocios… y demografía. Hace un tiempo Atsushi Katsuki, director general de Asahi, reconoció a Fortune que la apuesta de la empresa japonesa por el complejo mercado cervecero de Europa no fue casual. Y en parte se explica por la crisis poblacional que arrastra desde hace décadas Japón. Con la natalidad en mínimos históricos, los decesos en valores récord y una población cada vez más envejecida, las matemáticas no se lo ponen fácil a empresas como Asahi.
Si en los 90 casi el 70% de su población tenía entre 15 y 64 años, en 2023 ese porcentaje no llegaba al 59%. Para una empresa como Asahi las implicaciones de esa evolución resultan evidentes. "Si observamos el mercado de la cerveza japonés, desde 1995 se ha contraído a un ritmo del 1-2% anual. Y creemos que es probable que continúe", comenta Katsuki. Europa afronta también sus propios desafíos, pero con ese telón de fondo su mercado del alcohol ha despertado interés.
Oportunidades… y desafíos. Claro está, el mercado presenta sus propios desafíos. La propia Asahi señala que su objetivo es seguir apostando por bebidas premium y la cerveza sin alcohol, un segmento de negocio en alza y al que la firma nipona quiere dar mayor peso en su cuenta de resultados. Su objetivo es que en 2030 las bebidas sin alcohol o de baja graduación supongan el 20% de sus ventas globales, varios puntos por encima del dato actual o del que manejan en Japón.
Otro desafío para Asahi es competir con rivales de gran peso y arraigado en Europa, como AB InBev o la danesa Carlsberg, que mueven cifras de negocio milmillonarias. Eso sin contar los retos que el holding de raíces niponas se ha ido encontrando a lo largo de su expansión internacional, como el efecto de la guerra de Ucrania en el suministro de grano, la inflación o la guerra comercial.
Imágenes | Norimutsu Nogami (Flickr)
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skart
Habeis puesto Ashashi en todos lados del artículo, pero el nombre es Asahi.