EL ARZOBISPADO HA LANZADO UN COMUNICADO

El crimen del canónigo de la catedral de Valencia: sexo, dinero y discapacitados

Tras la detención del presunto asesino, la Policía Nacional ha descubierto que el sacedorte pagaba por sexo a jóvenes vulnerables, entre ellos un chico con una discapacidad del 43%

Alfonso López.
Alfonso López.

Hace una semana Valencia se conmocionaba por el asesinato de Alfonso López Benito, canónigo de la catedral de la ciudad del Turia. La Policía Nacional resolvió rápidamente el crimen deteniendo a un hombre de 40 años de edad de nacionalidad peruana que había tenido relacciones sexuales con el sacerdote. El arrestado se llevó su móvil y sus tarjetas de crédito, que usó en un bar.

López Benito, de 85 años, murió por asfixia en su domicilio de la calle Avellanas el martes 23 de enero. Tras el hallazgo de su cuerpo y la detención del presunto asesino, la Policía ha iniciado una investigación que ha arrogado detalles soprendentes sobre el día a día del sacerdote.

Según la investigación el sacerdote mantenía supuestas relaciones sexuales con chicos que conocía en las calles de Valencia. Se trataba de jóvenes vulnerables que pasaban varias horas en el interior del domicilio, o incluso varios días, como es el caso del supuesto autor del crimen. Les solía pagar entre 200 y 300 euros. 

Además, la Policía ha encontrado atestados policiales anteriores relacionados con incidentes entre Alfonso y la gente a la que ayudaba. Así, por ejemplo, hace dos años un joven de 20 años de nacionalidad rumana llegó a amenazar al sacerdote porque, según él, le adeudaba un dinero.

«A veces venía gente, muchos de ellos adictos que sufrían el síndrome de abstinencia, con malas formas y gritando dónde estaba el cura», declaraba uno de los habituales en su domicilio en El Español.

Sexo con un discapacitado

El peor testitimo sobre la vida del fallecido lo recoge el diario Las Provincias. El sacerdote mantuvo relaciones sexuales con un joven con discapacidad intelectual días antes de morir. Según el citado diario el religioso habría conocido a este hombre, de 34 años y con un 43 % de discapacidad, en la estación de autobuses de Valencia hace seis meses. Allí, entabló conversación, lo invitó a un café y le pidió su número de teléfono hasta que, semanas después, contactó con él para plantearle un encuentro.

Según el relato, el joven que vivía en otra ciudad, llegó a Valencia con un billete pagado por el cura el 19 de enero. Se trasladó al piso de Alfonso junto a éste y un hombre de nacionalidad rumana. Pasó dos noches en la casa del sacerdote pero sólo hubo sexo el segundo día. 

Un testimonio que ha generado gran escándalo y ha obligado al Arzobispado de Valencia a lanzar un comunicado lamentando el escándalo:

«Si lo publicado es verdadero, manifestamos el profundo dolor que nos producen los hechos narrados, que son manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación, y manifestamos nuestro pesar por el escándalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, muy directamente a los fieles, y especialmente a los miembros del presbiterio».

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Autor

David G. Álvarez

Redactor de política, sucesos y corazón

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