Una comida muy sencilla y saludable.
Parece una ensalada pero es una cena proteica de 3 ingredientes lista en 15 minutos: triunfa en Andalucía
Con la llegada de la primavera cada vez apetecen más platos frescos y sencillos, que sean rápidos de hacer y comer.
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En la gastronomía andaluza, conocida por su riqueza y variedad, existe una receta que ha ganado popularidad por su sencillez, rapidez y valor nutricional.
Se trata de un clásico hervido de judías verdes que, aunque aparenta ser un plato ligero, se convierte en una cena completa y proteica gracias a la combinación de tres ingredientes básicos: judías verdes, huevos y atún.
Una preparación ideal para quienes buscan cenar una comida saludable sin invertir demasiado tiempo en la cocina.
Ingredientes principales
- Judías verdes
- Huevos
- Atún en conserva
Para preparar este rico plato tan tradicional en el sur de España, el primer paso es cocinar las judías. Una vez lavadas y cortadas en trozos de tamaño regular, se cuecen en agua con sal durante unos 10 a 15 minutos.
El objetivo es que queden tiernas, pero sin llegar a estar excesivamente blandas. Para detener la cocción en el punto justo y conservar su color verde intenso, es importante enfriarlas rápidamente pasándolas por agua fría o incluso sumergiéndolas brevemente en agua con hielo.
Mientras las judías se cuecen, se puede aprovechar el tiempo para cocer los huevos. Se colocan en un cazo con agua y, una vez que esta rompe a hervir, se cuentan aproximadamente ocho minutos para que queden bien cocidos, con la yema firme pero sin resecarse. Al terminar la cocción, se enfrían también con agua fría, se pelan con cuidado y se cortan en cuartos o en rodajas, según se prefiera.
El montaje del plato es sencillo pero sabroso. En una ensaladera o bol grande, se mezclan las judías verdes ya cocidas con atún previamente escurrido y los trozos de huevo.
Un plato rico en proteínas.
Para realzar el sabor, se aliña con un generoso chorro de aceite de oliva virgen extra, un toque de vinagre o unas gotas de zumo de limón, y se sazona con sal y pimienta al gusto.
El resultado es un plato fresco, nutritivo y fácil de preparar, ideal tanto como entrante como plato principal ligero.
Lo mejor de este plato no es solo lo fácil que es prepararlo, sino lo bien que sienta. Gracias a ingredientes como el atún y los huevos, este hervido aporta una dosis generosa de proteína, ideal para una cena ligera pero saciante.
Otra gran ventaja es lo versátil que resulta. Puedes adaptarla según lo que tengas a mano: incorporar tomate fresco, unas tiras de cebolla morada, frutos secos para un toque crujiente o incluso sustituir el atún por pollo desmenuzado o garbanzos, si te apetece variar.
